¡Aventura inolvidable en Eslovaquia: ¡Conquistamos los Cárpatos!
Hemos regresado de un viaje espectacular a Eslovaquia, donde tuvimos la suerte de descubrir los encantos ocultos y la rica historia de este país de Europa Central.
Desde el momento de la partida en el aeropuerto, la emoción era palpable. Nos aseguramos de que cada detalle estuviera cuidado, desde la ayuda para subir las maletas al autobús hasta el encuentro con Jiri, nuestro conductor. La promesa de «reírnos mucho» marcó el tono de lo que sería una experiencia llena de alegría y descubrimientos.
Nuestro recorrido nos llevó a través de paisajes de ensueño, desde pintorescas plazas con música callejera hasta la imponente Torre de San Miguel, donde Flor, nuestra guía, nos deslumbró con sus explicaciones. Uno de los puntos más destacados fue la visita a la fascinante iglesia de Kostol Hronsek, una joya arquitectónica construida en el siglo XVI sin un solo clavo, un testimonio del ingenio humano frente a las prohibiciones. La iglesia, discreta y alejada de la carretera, es un símbolo de perseverancia y creatividad.
El alojamiento no se quedó atrás, con hoteles que eran verdaderas sorpresas. Desde un establecimiento lleno de antigüedades con acceso por código en Bratislava, hasta un «rincón» inesperado en Banská Bystrica, perfecto para los amantes del senderismo. La exploración nos llevó incluso a los baños, que prometían ser «muy interesantes».
El viaje culminó en la ciudad medieval de Levoča, una de las ciudades más bonitas de Eslovaquia. Aquí, nos maravillamos con sus más de 60 casas de estilo medieval perfectamente conservadas y su imponente muralla. La Iglesia de Santiago Apóstol, con su altar gótico, el más grande de Europa, nos dejó sin palabras. «No es fácil llegar hasta aquí, pero la plaza es alucinante y una cervecita de noche aquí es inolvidable», comenté.
La aventura también incluyó emocionantes trayectos por carretera hacia los Altos Tatras, entre campos de colza y trigales. La promesa de avistar fauna local, incluyendo osos, orzuelos, gamos y búfalos, añadió un toque de emoción. El encuentro con dos damas eslovacas ataviadas con trajes regionales típicos, jeje.
Hemos demostrado una vez más nuestro compromiso con la creación de experiencias de viaje únicas y memorables. Este viaje a Eslovaquia no solo ha sido un recorrido por lugares históricos y naturales, sino una inmersión en la cultura y la calidez de su gente.
